
María Alcofarado.
EL OLVIDO
Si antes me hubieran dicho:
“Olvidarás a quién amas”,
mil veces hubiera jurado:
“Eso no sucederá nunca”.
Pero ya que tras un largo desdén
fuerza en que venga el olvido,
bendito sea tu desdén,
pues que trabaja y se fatiga en curarme.
Ahora me maravillo del olvido,
como antes me maravillaba de la firmeza,
y veo ya tu amor como unas brasas
que arden, pero bajo la ceniza.
Ibn Hazem
Tu amor me sacó de mí. Tú eres todo lo que necesito.
ardiendo estoy día y noche. Tú eres todo lo que necesito.
ni me contentan las riquezas, ni me asusta la pobreza.
Me basta con tu amor. Tú eres todo lo que necesito.
Tu amor disipa otros amores; los sumerge
en el mar del amor. Tú eres todo lo que necesito.
Tu presencia todo lo llena.
Tú eres todo lo que necesito.
He de beber el vino de tu amor, amarte como loco en el dolor.
Tú eres mi preocupación. Tú eres todo lo que necesito.
Eso que llaman paraíso, unos palacios, unos jardines,
a quien los quiera, dáselos. Tú eres todo lo que necesito.
aunque tengas que matarme y dar al viento mis cenizas,
mi tierra seguirá diciendo: Tú eres todo lo que necesito.
mi tierra seguirá diciendo: Tú eres todo lo que necesito.
Yunus, Yunus es mi nombre. Mi amor crece cada día.
En este mundo y en el otro, Tú eres todo lo que necesito.
Yunus Emre
LA CARNE ES MORTAL, MAS EL ALMA VIVE
Los que conocieron el misterio de la vida
no podrán sufrir.
Los corazones que percibieron la verdad revelada
no dejarán de latir.
La carne es mortal, mas el aire vive;
el que parte de este mundo no vuelve.
El cuerpo es mortal, mas el alma vive.
Ante los corazones que adoran joyas,
si se abren cien mil vías,
ninguna de ellas a ningún sitio conduce
a menos que el Señor lo otorgue.
Ten cuidado, a nadie rompas el corazón.
Los corazones son de vidrio;
una vez que se rompen
jamás se recomponen.
Yunus, mientras estás vivo,
haz buenas obras;
una vez que se va al más allá
no se vuelve jamás.
Yunus Emre
y todo lo anegan en lluvia pertinaz,
que esta noche, por tu culpa, llora conmigo
y viene a distraerme en mi insomnio.
Si las tinieblas no hubieren de acabar
hasta que se cerraran mis párpados en el sueño,
no habría manera de llegar a ver el día,
y el desvelo aumentaría por instantes.
Los luceros, cuyo fulgor ocultan las nubes
a la mirada de los ojos humanos,
y que tampoco es visible más que en hipótesis.
Ibn Hazem
Por fin mi amor ha llegado
Mis días solitarios han terminado
Y la vida es como una canción
Ohh sí sí... Por fin Los cielos arriba son azules
Mi corazón fue envuelto en un trébol
En la noche en la que te vi.
Encontré un sueño, al que le podía hablar.
Un sueño que puedo llamar mío.
Encontré una emoción contra la cual presionar mi mejilla.
Una emoción que nunca he conocido.
Ohh sí sí…Tu sonrisa, tu sonrisa.
Oh y el encanto fue echado.
Y aquí estamos en el cielo.
Tu eres mío por fin.
At last, tema musical compuesto por Harry Warren y Marck Gordon.
que amo el combate y sólo poseo la pluma
y un apunte en un cuaderno que alguien leerá
para que mis palabras de fuego apunten al pecho del asesino
y sean más fuertes que el obús de un cañón.
Inscribid en el registro de vuestro tiempo que soy mujer,
que rechazo este siglo de sumisión y sufrimiento,
que rechazo vuestro siglo,
este siglo de hostilidad, oscurantismo y dolor.
Imra al-zam
![]() |
Mis palabras: 4 días |
Piernas delgadas,
ocre color de su tez,
suyo y del sol.
Joven, muy joven.
No hay sentimientos.
Aunque con verla
sosiego la anhelada
belleza femenina.
Distraída, con calor,
no me nota, mas si aprecio
su dorado y magro vientre.
Quisiera ser viento norte,
escabullirme en su ventana
y cálidamente rozar su piel.
Nicolás Garat
![]() |
Mis Palabras: Cruzando la calle |
Varios cruzando, de un lado a otro,
apurados, ritmo frenético del centro.
Entre tantos me topé con una mirada,
me embarulló, mas bajé los ojos
y logré continuar con mi senda.
Que volviera a mirar me dijo sin decir.
Despabilé y observé unos hermosos
ojos, fue el segundo más extenso,
enmudecí en ellos, me encarcelaron.
Qué no percibí en ese encarcelamiento
con sentires arremolinados.
No recuerdo el color, fueron
grises, verdes, pardos, no sé,
me perdí en sus adentros
que lo externo no noté.
Luego por naturaleza, salí para
ser libre nuevamente, sin embargo
quise ser prisionero en ellos.
¿De quién habrán sido esos
bellos ojos? Me encerraron, pero
cómo desearía volver a verlos,
para así saber quien era ella.
Nicolás Garat
Nicolás Garat
No digo nada respecto al día de la mujer porque nunca menosprecio a ninguna y las tengo en alta estima. Pero para aquella que sienta que alguien la tire para abajo les dejo estas palabras:
Escuché en la aurora de mi vida las canciones de los hombres,
con ellos compartí bailes en noches de pálida luna,
como ellos canté feliz a la espera
de algo que la utopía traerá con los años.
Creí en una vida del color del rocío y las flores,
que libraría a nuestros duros días de penosas cargas.
Nos dijeron en sus cantos: somos inmortales,
eternos como los siglos.
Y les creímos. Mas llegó la tarde amiga
arrastrando sus cadenas inflexibles y opresoras,
y le pregunté: -¿Son fundados los vítores de los hombres?
Me miró gritándome: -Pero niña,
¿les has creído? Son sólo palabras.
Qarerat al-mawe
Escuché en la aurora de mi vida las canciones de los hombres,
con ellos compartí bailes en noches de pálida luna,
como ellos canté feliz a la espera
de algo que la utopía traerá con los años.
Creí en una vida del color del rocío y las flores,
que libraría a nuestros duros días de penosas cargas.
Nos dijeron en sus cantos: somos inmortales,
eternos como los siglos.
Y les creímos. Mas llegó la tarde amiga
arrastrando sus cadenas inflexibles y opresoras,
y le pregunté: -¿Son fundados los vítores de los hombres?
Me miró gritándome: -Pero niña,
¿les has creído? Son sólo palabras.
Qarerat al-mawe
¡Oh desdeñosa gacela mía!
Tu dulce boca nunca me envía
palabra alguna que dé consuelo.
!Qué mal respondes a tanto anhelo!
Que mal me pagas tanto amor!
Como con flechas enherboladas
hieres mi alma con tus miradas,
y ni das bálsamo para la herida,
ni esa tu hermosura forma querida
mandas en sueños al amador.
Abd al Rahman
![]() |
Mis palabras: Anaranjado |
Cerca del agua, a pleno sol.
las nubes en el horizonte.
Las veo, justo ante de dejar
caer los párpados.
Siento la calidez, observo
sin ver, el tono anaranjado
que tiñe mi mirada oculta.
Las tres palmeras suenan
con armonía apaciguadora
gracias al suave del viento.
A mi derecha, un abejorro
revolotea en las pequeñas
flores blancas sin cesar.
En las sombras, agazapados,
unos grillos que se esmeran
por brindar su profundo sonido
de olas rotas e inconstantes.
De fondo, se escucha que
alguien lija unas maderas.
En la casa contigua, un balde
que golpea en el suelo.
Los albañiles están charlando,
y se escucha como continúan
preparando el cemento.
Aliviado, con los ojos cerrados
se perciben sonidos que sin
la calma no se encuentran.
Perros que ladran por la zona,
son el preludio de la final paz,
que se terminará perdiendo..
De repente, una máquina,
se enciende y ensordece todo.
La tranquilidad interrumpida.
Nicolás Garat
3ª Carta
"Un final trágico te obligaría, sin duda, a pensar a menudo en mi. Apreciarías mi recuerdo y esta muerte extraordinaria te causaría una profunda conmoción. Y, ¿no es la muerte, por ventura, preferible al estado en que me has dejado? ¡Adiós! Cómo desearía no haberte visto jamás. ¡Pobre de mi! Siento vivamente la falsedad de este sentimiento y sé, aunque es difícil de expresar, cuánto más prefiero ser infeliz amándote, que no haberte visto jamás...
(tramo de Cartas de amor de una monja portuguesa, María Alcofarado.)
"Un final trágico te obligaría, sin duda, a pensar a menudo en mi. Apreciarías mi recuerdo y esta muerte extraordinaria te causaría una profunda conmoción. Y, ¿no es la muerte, por ventura, preferible al estado en que me has dejado? ¡Adiós! Cómo desearía no haberte visto jamás. ¡Pobre de mi! Siento vivamente la falsedad de este sentimiento y sé, aunque es difícil de expresar, cuánto más prefiero ser infeliz amándote, que no haberte visto jamás...
(tramo de Cartas de amor de una monja portuguesa, María Alcofarado.)
¿Cuántas mujeres enamoradas han desafiado
las tinieblas de la noche, y marchando contra sus deberes,
arrastrando su honor por el barro,
han ido a buscar al hombre de su alma,
el que ellas hubieran querido desposar?
No soy sino una más.
Vengo sin vergüenza a golpear en la puerta de tu corazón.
Ábrela para que yo entre, o hazme apuñalar
Para al menos morir entre tus brazos.
las tinieblas de la noche, y marchando contra sus deberes,
arrastrando su honor por el barro,
han ido a buscar al hombre de su alma,
el que ellas hubieran querido desposar?
No soy sino una más.
Vengo sin vergüenza a golpear en la puerta de tu corazón.
Ábrela para que yo entre, o hazme apuñalar
Para al menos morir entre tus brazos.
Monzón y el rey de Kore - de los Bambara de Malí
Duro es hoy para mí romper tu carta.
Pero, en cambio, el amor no hay quien lo rompa,
y mejor es que dure el amor y que se borre la tinta,
pues lo accesorio debe sacrificarse a lo principal.
¡En cuántas cartas está la muerte de quien las escribe,
sin que éste lo supiera cuando las trazaban sus dedos!
Ibn Hazem
Pero, en cambio, el amor no hay quien lo rompa,
y mejor es que dure el amor y que se borre la tinta,
pues lo accesorio debe sacrificarse a lo principal.
¡En cuántas cartas está la muerte de quien las escribe,
sin que éste lo supiera cuando las trazaban sus dedos!
Ibn Hazem
Te consagro un amor puro y sin mácula.
En mis entrañas está visiblemente grabado y escrito tu cariño.
Si en mi espíritu hubiera otra cosa que tú,
la arrancaría y desgarraría con mis propias manos.
No quiero de ti otra cosa que amor:
Fuera de él no pido nada.
Si lo consigo, la Tierra entera y la Humanidad
serán para mí como motas de polvo y los
habitantes del país, insectos.
Ibn Hazem
Ibn Hazem
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