3ª Carta
"Un final trágico te obligaría, sin duda, a pensar a menudo en mi. Apreciarías mi recuerdo y esta muerte extraordinaria te causaría una profunda conmoción. Y, ¿no es la muerte, por ventura, preferible al estado en que me has dejado? ¡Adiós! Cómo desearía no haberte visto jamás. ¡Pobre de mi! Siento vivamente la falsedad de este sentimiento y sé, aunque es difícil de expresar, cuánto más prefiero ser infeliz amándote, que no haberte visto jamás...
(tramo de Cartas de amor de una monja portuguesa, María Alcofarado.)

...Caí rendido con una mirada de los verdes y expresivos ojos tuyos A ellos, desear verlos cada mañana... ...Tus labios, y esa sensación...