UN POEMA RÍO


Dentro del río están
el cielo, la nube y el sol
En el cuenco de mis manos está el río.-


Si alzo mis manos,
El río se derrama en gotas, dispersando
cielo, nube y sol sobre mí.

 
Si del cuenco de mis manos bebo del río;
dentro de mí entonces
el sol, la nube y el cielo.
Dime, ¿quién está dentro de quién?

Mamta Sagar

El verde de las plantas tras una lluvia primaveral, las flores en
el rocío, cuando las negras sombras de la noche se han retirado,
el murmullo de un límpido arroyo corriendo entre prados en flor,
la visión de un castillo blanco en medio de verdes jardines; todo
eso puede ser maravilloso, pero no es nada comparado con la
unión con una persona amada. Y ésta es tanto mejor, cuanto
mayor es el tiempo que el uno ha rechazado al otro o ha estado
separado de él, inflamando la pasión, encendiendo la llama del
deseo y avivando el fuego de la esperanza... En verdad os digo
que ni siquiera la lengua más locuaz puede describir la felicidad
de la unión, y que la más elocuente de las descripciones queda
muy por debajo de la realidad.
Ibn Hazem
Manto tejido
de flores llevas,
su trama fue hecha
de hilos de oro,
sus finos flecos se hallan atados
con mi ternura
y con el ansia de mis ojos
asegurados.
Poesía quechua
La noche


Ya sin ella,
Cuando la noche se me hace eterna
me pregunto si a la noche sucederá el día.
Mis ojos, como si mis párpados
les quedasen pequeños,
ya no se cierran.
Su corazón parece una pelota brincando
en vano sin conseguir unirlos.
Vive felizmente con las de ojos negros
que el mundo no es nada más que viento y fábula.
Alégrate de lo que has conseguido
y no recuerdes el pasado.
Para mi aquel rizado y perfumado cabello,
para mi aquella cara de luna que es de raza de ángeles.
Afortunado es el que utiliza y obsequia,
desafortunado el que no utiliza y ni ofrenda.
Este mundo de anhelo es como el viento y la nube,
acerca el vino, ¡pase lo que pase!
Rudaki
En tu luz aprendo a amar.
En tu belleza, a componer poemas.
Bailas en mi pecho,
En donde nadie te ve,
Pero yo si te veo, a veces,
y esa visión se convierte en mi arte.

Rumi
Cuando te pienso,
me tiento
con acariciarte
y quitar de tu frente
los negros cabellos.
Ineludible sería
Codiciar el grana
Color de su boca
Pero sé que mía,
No es.
Nicolás Garat


Aquí un silfo azul se queja
de una ingrata mariposa;
allí lamenta una rosa
los desdenes de un clavel;
allá una sonora abeja
a un jazmín acariciando,
mientras le arrulla zumbando,
le va robando la miel.
Pondera allí una azucena
su perfume a un botón de oro,
y el botoncillo inodoro,
de su brillante color
no más pagado, desdeña
el amor que la consume:
porque una flor sin perfume
es un alma sin amor
 Zorrilla


SUFICIENTE
Tu presencia es suficiente
para que el lugar deje de existir.
Tu llegada es suficiente
para que nunca llegue el tiempo.
Nizar Qabbani

Me hablaron de ti y, cuando nos encontramos,
mi idea se hizo realidad ante mis ojos.
Las pinturas del paraíso se quedan siempre cortas
en punto a lo que es, de verdad, el paraíso.
Ibn Hazem

La Sopa de Pato

Cierto día, un campesino fue a visitar a Nasrudin, atraído por la gran fama de éste y deseoso de ver de cerca al hombre mas ilustre del país. Le llevó como regalo un magnífico pato. El Mula, muy honrado, invitó al hombre a cenar y pernoctar en su casa. Comieron una exquisita sopa preparada con el pato.

A la mañana siguiente, el campesino regresó a su campiña, feliz de haber pasado algunas horas con un personaje tan importante. Algunos días más tarde, los hijos de este campesino fueron a la ciudad y a su regreso pasaron por la casa de Nasrudin. - Somos los hijos del hombre que le regaló un pato - se presentaron. Fueron recibidos y agasajados con sopa de pato.

Una semana después, dos jóvenes llamaron a la puerta del Mula. - ¿Quiénes son ustedes? - Somos los vecinos del hombre que le regaló un pato. El Mula empezó a lamentar haber aceptado aquel pato. Sin embargo, puso al mal tiempo buena cara e invitó a sus huéspedes a comer.

A los ocho días, una familia completa pidió hospitalidad al Mula. - Y ustedes ¿quiénes son? - Somos los vecinos de los vecinos del hombre que le regaló un pato. Entonces el Mula hizo como si se alegrara y los invito al comedor. Al cabo de un rato, apareció con una enorme sopera llena de agua caliente y llenó cuidadosamente los tazones de sus invitados. Luego de probar el líquido, uno de ellos exclamó: - Pero... ¿qué es esto, noble señor? ¡Por Alá que nunca habíamos visto una sopa tan desabrida! Mula Nasrudin se limito a responder: - Esta es la sopa de la sopa de la sopa de pato que con gusto les ofrezco a ustedes, los vecinos de los vecinos de los vecinos del hombre que me regaló el pato.

Nada me aflige ya
levántate para ofrecerme vino
tu boca, esta noche,
es la rosa
más bella
del mundo
escancia vino
que sea carmín
como tus mejillas
y haga leves
mis remordimientos
como ligeros
son
tus bucles.
Omar Khayyam
DÍA Y NOCHE Y DÍA


...Y nos preguntamos algunas veces con lágrimas de rabia, de dolor,
¿Por qué tenemos momentos que oscurecen nuestras almas?
Y no comprendemos, luchamos en vano.

¿Acaso el día se pregunta, por qué la noche? No, el día comprende, el día tiene su momento y con humildad da paso a la noche, noche que le enseña, noche sabia, noche que ilumina con ese matiz de oscuridad que embriaga, que encanta...

Layla
Gratitud

Cierto día, mientras Nasrudin trabajaba en su granja, una espina penetró su pie. Increíblemente él dijo: "¡Gracias Dios mío, gracias!" y prosiguió:

“¡Es una bendición que el día de hoy no estuviese con mis zapatos nuevos!"

La mujer perfecta

Nasrudin conversaba con un amigo.

- Entonces, ¿Nunca pensaste en casarte?

- Sí pensé -respondió Nasrudin. -En mi juventud, resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco, y conocí una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.

Continué viajando, y fui a Isfahan; allí encontré una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita.

Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa, y conocedora de la realidad material.

- ¿Y por qué no te casaste con ella?

- ¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.
El costo de aprender - Cuento sufí

Nasrudín decidió que podía beneficiarse aprendiendo algo nuevo y fue a visitar a un renombrado maestro de música:
- ¿Cuánto cobra usted para enseñarme a tocar la flauta? - preguntó Nasrudín.
- Tres piezas de plata el primer mes; después una pieza de plata por mes - contestó el maestro.
-¡Perfecto! - dijo Nasrudín; - comenzaré en el segundo mes.

Mi pecho se adorna con cada flor alegre
tomo el cuenco, mi ninfa en regocijo.
El monarca del mundo en aquella hora
es sólo un esclavo comparado conmigo.


Entonces no dejes que los momentos se vayan
sin tu amante y tu vino.
Las flores de la primavera florecen para marchitarse
y la juventud brilla sólo para nuestra vejez.
Hafiz
Sufre en silencio
¡Mil veces gracias! Una vez más mis ojos ha podido
aplacar sus deseos mirando tu rostro
Leal y pura, vuelves a ser la compañera de mi alma.
A veces pisan los viajeros el camino de la desgracia.
Pero el compañero de ruta no se inquieta por si sube o si baja.
Vale más sufrir en silencio por una pasión oculta
que confiarse a un compañero. Secretos hay
que no se depositan en corazones llenos de malicia.
Regocíjate si la presencia de la bienamada te ilumina.
Si la noche viene a envolverte de tristeza,
¡consúmete, oh, antorcha, pero brilla!
Con la ilusión de un beso, compra la dicha.
Salvará tu cuerpo y tu alma de las astucias del enemigo.
Largas horas y aun días me harían falta, ¡oh, mi amada!,
para decir la tristeza que ensombrece mi rostro
a causa del dolor con que me abrumas.
El canto del amor ha hecho conocer en Irak e Hijaz
la dulce melodía de los gazales de Hafiz.

Hafiz

El virtuoso perdonará mi atrevimiento y escuchará mis palabras infantiles con interés. Cuando un niño habla apenas con balbuceos, sus padres lo escuchan llenos de gozo. Sin embargo, los duros de corazón, los maliciosos, perversos y los que disfrutan de las faltas de los demás, se reirán de ella. ¿A quién no le gusta su propia poesía, sea preciosa o totalmente insípida? Sin embargo, en este mundo son pocas las personas que se deleitan al escuchar lo que otros han escrito. El mundo está lleno de hombres que se parecen a lagos y ríos, cuya corriente aumenta cuando otras aguas vienen y se unen a ellos. Pero hay pocas buenas almas que sean como el océano, que crece al ver la luna llena.  Tulsidas
No te aflijas: la belleza volverá a encantarte con su gracia;
tu celda de tristeza se trocará en un jardín de rosas.
No te aflijas: tu mal será trocado en bien;
no te detengas en lo que te inquieta,
pues tu espíritu conocerá de nuevo la paz.
No te aflijas: una vez más la vida volverá a tu jardín
y pronto verás, ¡oh cantor de la noche!
una corona de rosas en tu frente.
No te aflijas si, algún día,
las esferas del cosmos no giran según tus deseos,
pues la rueda del tiempo no gira siempre en el mismo sentido.
No te aflijas si, por amor,
penetras en el desierto y las espinas te hieren.
No te aflijas, alma mía,
si el torrente del tiempo arrastra tu morada mortal,
pues tienes el amor para salvarte del naufragio.
No te aflijas si el viaje es amargo,
no te aflijas si la meta es invisible.
Todos los caminos conducen a una sola meta.
No te aflijas, Hafiz,
en tu rincón humilde en que te crees pobre,
abandonado a la noche oscura,
y piensa que aún te queda tu canción y tu amor.

Hafiz

El amor es un mar que no tiene orillas
y en ese mar sin límite no hay ayuda alguna.
Quien zarpa nunca más pone sus ojos en la tierra;
y, sin embargo, feliz estoy de ir en ese viaje,
porque, ah, qué bueno es navegar en ese mar.
Qué importa que el más largo de los viajes al final
termine.
Qué importa que el más orgulloso de los barcos deba
hundirse.
Mi amor está contigo en el mismo inmenso barco,
y cuando ella se ahogue, yo también me ahogaré.

Hafiz

Para LZMN
Remolino inquieto;
juguetón, enérgico.
Espontáneo.
Así, como a la arena
esparciría sin aviso.
En mí, una sonrisa
 suscita.
Nicolás Garat

Amarte es el destino que ésta escrito en mi frente; el polvo de tu umbral, mi paraíso; tu rabiosa mejilla, mi única alegría, tu placer, mi reposo Hafiz Shirazi
El Voto
Que tu beldad no cese de aumentar,
que tu mejilla semejante al tulipán,
nunca cese de alegrar mis ojos.
Que la visión de tu amor, estrella brillante,
resplandezca siempre en mi pensamiento.
Que todas las bellezas de este mundo
queden sujetas a tu belleza.
Que todos los cipreses se inclinen
ante tu esbeltez.
Que los ojos que tu visión no encante
viertan sangre en vez de lágrimas.
Que tu mirada, que sabe encadenar los corazones,
siga dotada de todos los hechizos.
Que el corazón que te aflija
no halle paz ni reposo.
Que tus labios tan dulces, que Hafiz
quiere más que a su propia alma,
ignoren siempre los besos que no sean dignos de ellos.
Hafiz

Tu reino
el imperio de tu presencia
el territorio de tu cuerpo con el mío
tiene la frontera más larga del mundo

Para tener el honor de ser ciudadano de tu mirada
hay que pasar por las fronteras azules de tus ojos
hasta que el gobierno de tu corazón me entregue las llaves de oro de las puertas de tu ciudad

Para entrar en tu territorio
hay que venir a tus ojos
hay que dar vueltas a tu alrededor
Si doy vueltas alrededor de ti
seré un turista
que ha explorado todo el mundo en un abrir y cerrar de ojos…
Qué más da,
yo me enamoro de ti
o tú te enamoras de mí.
Qué más da
de qué lado del cielo sale el arco iris
Alireza Roshan
Iman Maleki

Pensaba que me querías. Pensaba que era el protagonista principal de tu historia. Más tarde me dije a mi mismo que quizás sea un personaje secundario o menor, pues no soy muy destacado, pero al menos mi presencia se ve en tu historia. Ahora me doy cuenta que esta historia tiene miles de personajes… y aquí es donde inicia el sufrimiento, ya que entre estos miles de nombres no está el mío… no hay nada mío… Garous Abdolmalekian

De las miles de mujeres
que mañana bajarán del tren
solo una es hermosa,
las demás son pasajeros.
Abbas Saffari
LA HERMOSA MUCHACHA
Los ojos de la hermosa muchacha me miran,
sentada junto a su ventana,
Atrae con miradas juguetonas,
tejiendo amorosos diseños.

Ya mi corazón se ha alegrado un rato.
La tarde ha alcanzado a ser noche,
entonces descubro finalmente
que sólo era la luna haciéndome una jugarreta.

Ak Welsapar

Cuando el sol de tu cara
se manifestó,
aparecieron los átomos
de los dos mundos.
Cuando ese sol de tu cara
proyectó sombra,
de aquella penumbra apareció
cuanto existe en el universo.
Cada átomo inundado
por el sol de tu rostro,
amaneció brillando
como un nuevo sol.
Maqrebi
 No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos.- Martín Luther King



Ella es luna, sol, tallo que nace
y perfume de almizcle
Perfecta, brillante, floreciente
y aroma enamorado
Quién la mira se prenda de ella
pero es coto cerrado 

Abbada al-Qazzaz, el malagueño
Me acordé de tí cuando las lanzas me herían
y de los blancos sables goteaba mi sangre.
Quise besarlos porque
brillaban como tu sonriente boca.
Antara Saddad (nac.525 fall.615)

Llora mi corazón, lo abruman males múltiples
Tijeras lo cortan:
Fiebres, dolores, mal en el costado.

Llora mi corazón, está extraviado
Por la muchacha esbelta como una palmera,
Cuyos cabellos caen sobre su espalda.

Pero tendré pronto mi revancha
y la sorprenderé.
Entonces, cara a cara, nos reconoceremos.
Tribu Kabila
NO CONFUNDIRÁS
No confundirás la ternura real
con nada. Es silenciosa.
En vano cubres solícito
mis hombros con una piel.
En vano hablas con palabras sumisas
del primer amor.
¡Cómo conozco yo esta mirada tuya,
ávida y tenaz!
Anna Ajmatova
DE NOCHE
De noche me gusta quedarme junto a la ventana.
La luna me mira desde lo alto. Penetrando a través
de los vidrios, con sus rayos dibuja cuadrados
en el piso y llena el cuarto de humo transparente.
Tras de la ventana, en el jardín, entre lilas y tilos,
apartando las copas oscuras, con su rayo incierto pasa
a través de las ramas y sus flechas doradas caen
como una lluvia clara. A veces una hoja solitaria impide
al rayo lunar derramarse en el suelo,
y cubierta de luz, tiembla, negra, en su sombra.
Y exclamo: ¡bendito, mil veces bendito
el que ya está iniciado, oh Diana, en tus misterios!
Anastasio Fet

AMÁNDOTE
Un amor
que no es blanco ni frío
como el Taj Majal.
Un poco tibio
como una bolsa de agua caliente
bajo pies congelados.
Tan agradable
como las cosquillas
de tu cabello en mi rostro.
No me siento un vencedor
porque seas hermosa y perfecta.
El amor tiene sus fallas
y esto sí te hace perfecta.
 
Chirag Bangdel
SI SE PUDIERA
Si se pudiera alguna vez
medir lo inconmensurable,
abarcar lo ilimitado
y, atravesando la nada,
no ser lo uno ni lo otro...
Si se pudiera alguna vez
ser amor sin amar,
ser esperanza sin esperar,
ser palabra sin hablar,
ser pensamiento sin pensar...
Si se pudiera alguna vez
oír lo inaudible,
ver lo invisible
y aprender lo ignorado,
¿habría un nuevo comienzo?
 Elena Liliana Popescu
“De todas las cosas buenas, ninguna hay […] como el poseer muchos amigos y leales compañeros. En efecto, ésta es una cosa excelente sin duda, y que supone un conjunto de muchas virtudes, puesto que los buenos amigos no se adquieren, sino mediante la dulzura de carácter, la liberalidad, la paciencia, la fidelidad, mostrándoles un afecto sincero, haciéndoles partícipes de todo cuanto poseemos, absteniéndonos de molestarlos con peticiones, dándoles, en cambio, cuanto tengamos con espontánea generosidad, comunicándoles nuestra ciencia, y, en general, mediante todo linaje de cualidades laudables. Pero entiéndase bien que no hablamos de los amigos mercenarios o asalariados, de los parásitos que nos siguen en los días de la prosperidad. Esos son ladrones de sus amigos y pésimos compañeros. Se cree que son leales partidarios, pero no hay tal; y la prueba está en que se apartan, así que la prosperidad mundana de aquél a quien seguían declina”
SIEMPRE SERÁS

Siempre estás misterioso y nuevo
y te obedezco cada día más.
Pero tu amor es como una prueba
de fuego y hierro, mi amigo cruel.

Me prohibes cantar y sonreír
y hace tiempo que no rezo ya.
¡Yo sólo quiero que no nos separemos:
lo demás es igual!

Así vivo, ajena a la tierra y a los cielos,
y ya no canto más,
como si infierno y paraíso no existieran
para mi alma ya.
Anna Ajmatova







...Caí rendido con una mirada de los verdes y expresivos ojos tuyos A ellos, desear verlos cada mañana... ...Tus labios, y esa sensación...