Huye del amor,
tirano traidor;
mas no, que si huyes,
mueres de dolor.
El amor es fuego,
que abrasa y halaga;
es mar sin sosiego,
que las almas traga.
Pierde el sueño luego
quien de amor se paga.
Amarga los días,
mas luz y alegrías
difunde en las noches
benéfico amor.
La Niña hechicera
mi alma ha robado.
¡Cuanta pena fiera
su amor me ha costado!
No quiera quien quiera
vivir sin cuidado;
pues si te engolfares
de amor por las mares,
podrás, naufragando,
morir de dolor.
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