Noche de amor

Tan quebradizo y frágil es su talle
como opulenta y pingüe su cadera.
Corta es la noche y vuela, si ella viene,
no de otras alas que el placer llevada.
No hay delicia mayor que su visita.
Una aurora me abraza hasta la aurora,
tahalíes* sus brazos en mi cuello,
los míos ceñidor de su cintura.
Ibn Az Zaqqaq

* tiras de cueros que se utilizaban atadas, desde el hombro derecho a la cintura izquierda, para sotener la espada.

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...Caí rendido con una mirada de los verdes y expresivos ojos tuyos A ellos, desear verlos cada mañana... ...Tus labios, y esa sensación...