Mis palabras: Natural
El calor y la mariposa negra
presagiar la tormenta quisieron,
como brisa del sur aparesiste,
que las nubes se esfumaron.
Pastos secos lucían su sed,
el agua pretendía escasear,
pero fuiste lluvia necesaria
y los tonos verdes volvieron.
Los aguaciles contigo venían
trayendo ajenos bríos al viento
que a la calma despabilaron
y soplando la tarde reanimaron.
Las luciérnagas llegan solitarias
ya no en grupos como hacían antes,
sin embargo, como sucede contigo,
continúan iluminando las noches.
Nicolás Garat