Podría haber entre nosotros, si quisieras, algo que no se pierde,
un secreto jamás publicado, aunque otros se divulguen. (...)
Te bastará saber que si cargaste mi corazón
con lo que ningún otro puede soportar, yo puedo.
Sé altanera, yo aguanto;
remisa, soy paciente;
orgullosa, yo humilde.
Retírate, te sigo;
habla, que yo te escucho;
manda, que yo obedezco.
Ibn Zaydun


...Caí rendido con una mirada de los verdes y expresivos ojos tuyos A ellos, desear verlos cada mañana... ...Tus labios, y esa sensación...